Cuando escucho...entiendo, cuando veo...comprendo, cuando hago...aprendo.
Cuando despiertas mis emociones aprendo mejor...
Aprendo mejor, cuando vivo intensamente una experiencia. Aprendo si lo vivo intensamente: sólo aquello que se vive intensamente, haciendo uso de toda la responsabilidad que todo el cuerpo lo permite, se recuerda mejor. Si lo toco, lo huelo, lo uso, lo transformo, si me sirve de pretexto para relacionarme con mis compañeros y vivir una experiencia agradable con ellos, entonces no lo olvido jamás. Aprendo si actúo y me muevo, si no pongo en movimiento mi cuerpo y no hago uso de toda mi sensibilidad, no puede brotar el interés por algo. Y, por lo tanto no puedo aprenderlo. Aprendo si hablo y converso, por eso, la mejor manera de aprender no es quedándose inmóviles en una carpeta durante una semana, sino poniéndose en acción –se aprende mejor haciendo y no escuchando- el silencio no ayuda. El interés no se impone, con los gritos, amenazas y castigos, puedo imponer atención y silencio, pero auténtico interés, no. Puedo lograr que repitan...pero no que aprendan. La razón: el miedo aumenta el rechazo, refuerza el desinterés, ahuyenta y aleja en vez de aproximar.
Recuerda maestro:
Pon a tus alumnos en acción cada día, tu preocupación de cada día ya no será más ¿qué les voy a enseñar hoy, sino ¿qué les voy a proponer hacer?. Despierta el interés del niño, no se trata de hacer cualquier cosa. No se trata de imponer la actividad que en tu opinión es la mejor para ellos. Ni siquiera se trata de darles material concreto para que manipulen y listo. Se trata de proponerles actividades realmente importantes para ellos, que sean de su interés. Que significativas para ellos, que tengan sentido para ellos. Las siguientes son algunas actividades interesantes para los niños:
- Cocinar
- Vender y comprar
- Fabricar objetos con las manos
- Sembrar y cultivar la tierra (calendario agrícola)
- Criar animales (calendario ganadero)
- Pescar, utilizar anzuelos, redes, cañas (épocas de pesca)
- Visitar lugares y personas
- Invitar a alguien a conversar
- Imitar costumbres comunitarias
- Mostrar sus logros
- Planificar sus actividades
- Evaluar sus actividades de grupo e individuales
- Jugar grupalmente
- Las que tú consideres importantes para tus alumnos
Hacer supone: moverse, hablar y desordenar, aprender haciendo supone ciertos costos y debes saberlo para que no te sorprendas después: hacer es moverse, es hablar, es hacer uso de las cosas y sacarlas de su lugar y ensuciar eventualmente el piso y las mesas. ¡es inevitable!.
Aprendo mejor cuando me tratas por mi nombre, llama a tus alumnos por su nombre y propicia que todos los demás lo hagan, deja que te llamen por tu nombre. Los apodos no son buenos cuando avergüenzan al niño, usa sus nombres como motivación y para propiciar otros aprendizajes: por ejemplo escribirlos en la pizarra, el suyo y los de sus compañeros, averiguar con qué letras están escritos, porqué nuestros padres nos pusieron esos nombres, descubrir nombres afines por el sonido, sus vocales, sílabas, inicio o final.
Aprendo mejor porque me siento importante con tu saludo, el saludo ritual tradicional es considerar a los niños como una masa anónima, simplemente. Saluda a cada uno personalmente, no vas a necesitar más de tres minutos. Pronuncia una palabra bonita para cada uno aparte del “hola”. Puedes indagar por algo significativo para el niño o la niña, relacionado con sus estudios, inclinaciones o su familia. Abrázale, le hace bien, hazlo de vez en cuando, el abrazo comunica afecto, da seguridad, alegra la vida, sana cualquier dolor. Saludar es dar salud. Cuando me saludas...yo existo. La magia del saludo está, sencillamente en que personaliza las relaciones humanas, las saca del anonimato, les devuelve...vida, color, alegría.
Aprendo mejor, cuando nos conocemos mutuamente, conocerse es descubrirse, es empezar a confiar, si nos conocemos todos, si nos hacemos amigos, entonces disfrutaré como nadie mi paso por las aulas. Conversa abiertamente sobre detalles sencillos, conoce a tus niños, cada uno es especial, original, diferente: sus quehaceres fuera de clases, trabajan, ayudan, descansan, conocer esto te dará muchas ideas de actividades a realizar en el aula. Sus preferencias, ¿qué les gusta hacer más?, ¿qué actividad es su favorita?, si ven TV, cuáles son sus personajes favoritos, cuáles sus programas y canciones que más les gustan, cuáles pueden cantarlas, esta información será muy útil para organizar tus clases. Sus miedos u odios, ¿Qué personas o situaciones les provocan temor o rechazo, en su casa, en la escuela, en su comunidad o en la calle?, ¿cómo y cuándo nacieron esos temores?, ¿podrían disminuir o desaparecer si algo cambiara? ¿qué significa eso? Necesitas saberlo para actuar con prudencia con tus alumnos y ayudarlos a superar estos problemas.
Aprendo mejor cuando nos permites ser espontáneos, déjame vivir, ese podría ser el sencillo reclamo de miles de niños artos de que sus maestros les corrijan hasta su forma de reír, peor aún que no les permitan siquiera preguntar ni menos contar algún episodio sencillo de su vida, debemos dejar que expresen lo que sienten, sin fingimientos, ser ellos mismos, evitar la aplicación de reglamentos que limitan la espontaneidad de nuestros niños. Aula muda=Aula muerta, una aula de niños silenciosos es una aula de niños domesticados o atemorizados, en el aula debe respetarse el derecho a expresarse con libertad. No se puede condenar a nadie por sentir lo que siente. Hablar sobre una emoción tampoco es una obligación, el niño debe estar motivado y en ambiente de confianza.
Aprendo mejor cuando no nos gritas o pegas, ¿cómo se puede aprender en un clima de hostilidad?, ¿Cómo pretender despertar el entusiasmo por el conocimiento bajo amenaza?, ¿Cómo aspirar a que los niños den credibilidad a su maestro cuando éste lo amenaza y lo avergüenza sistemáticamente? Antes no nos hacíamos estas preguntas, era tan natural que el niño aprendiera bajo un régimen de terror. No me humilles, convénceme de mi error, no me grites, háblame, no me insultes, explícame, no me amenaces, convénceme, No te burles, respétame, no me pegues, ni tú ni nadie tiene derecho a tocarme.
La ciencia moderna ha probado que: es verdad que en el desarrollo se pueden distinguir tres áreas: afectiva, motriz y cognitiva, las tres se interrelacionan en el acto de aprender, las emociones y la motricidad son la base del conocimiento, el miedo y la quietud. Sólo se disfruta aquello que logra despertar espontánea y genuinamente nuestro interés. El interés por algo es un sentimiento que brota espontáneamente cuando tiene sentido para nosotros. Si respetas, te escucharán sino, no te querrán ver ni oír. Sólo aquello que se vive y se disfruta intensamente se aprende y se recuerda.
(Extractado de “Si quieres que yo aprenda”, textos de Luis Guerrero Ortiz, Instituto del Sur, 1996.)
